Los orígenes del ajedrez se remontan a Asia, probablemente en la India, con el nombre de chaturanga y desde allí se extendió a China, Rusia, Persa y Europa, donde se estableció la normativa vigente. Sin embargo, investigaciones recientes indican un posible origen chino, en la región entre Uzbekistán y la antigua Persia, que se podría remontar hasta el siglo III a.C.
En el artículo, ajedrez para pensar, básicamente nos da a entender lo importante que puede ser el ajedrez para el desarrollo cerebral y del aprendizaje, sobretodo, en niños de 6 a 9 años. Dicha actividad ayuda a mejorar el cálculo lógico-matemático, además de aportarle a la persona que lo juega una mayor capacidad de concentración y también una mejora en su capacidad lectora.
Dicha actividad también ayudaría a un mejor control de las emociones o un desarrollo de lo que llamamos inteligencia emocional, siendo la definición de la misma, una serie de actividades que sirven para apreciar y expresar de manera justa las emociones propias y las de otros, y para emplear la sensibilidad a fin de motivarse, planificar y realizar de manera cabal la propia vida.
Otro de los beneficios de jugar al ajedrez es tener una mejor inteligencia abstracta, esta es la capacidad de descifrar, comprender cualquier acción de la vida.
En resumen, podríamos decir que el ajedrez es una actividad lúdica,la cual fomenta el desarrollo psico-social, la conformación de la personalidad, evidencia valores, puede orientarse a la adquisición de saberes, en caminarse a los haceres, encerrando una amplia gama de actividades donde interactúan el placer, el gozo, la creatividad y el conocimiento.
Como conclusión añadiría como valoración personal, que tiene que ser increíble experimentar todo lo anterior, gracias a un juego que por regla general se clasifica de aburrido y para bichos raros.
¿Podría ser esta una solución a los malos resultados académicos obtenidos, o simplemente que alguien no sepa cómo controlar sus impulsos o que haya personas que se ahoguen en un vaso de agua?.
Quizás sea la hora de probar cosas nuevas ¿no?.
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